Reivindica el trabajo de la dirigente
social y lo destaca como “un espacio de territorio independiente del
tablero del juego capitalista.”
El nivel de demonización de la figura de Milagro Sala por
parte de la derecha política argentina y los medios dominantes es
proporcional al tamaño de la obra realizada por su organización Tupac Amaru en favor de los sectores más vulnerables de la sociedad de su provincia, que pueden ser también los del país.
Esa estigmatización que le atribuye a la dirigente todos los vicios
de la corrupción ha penetrado en el imaginario de las mayorías, sin
presentarles pruebas reales, impidiéndoles ver el fenómeno de trabajo
colectivo y autosustentado que, en cambio, ha llamado la atención de
observadores del extranjero, quienes se han tomado el trabajo de
recorrer esa comunidad para revelar esta experiencia pocas veces vista.
Así, la revista europea Domus, que trata de arquitectura y urbanismo
realizó una extensa nota, acompañada por abundantes y elocuentes
fotografías, referida al barrio de la Tupac Amaru en Jujuy. Esta
publicación es editada en inglés e italiano. Quien estuvo a cargo del
artículo es Justin McGuirk, periodista de Domus y del Diario El Guardián (Inglaterra).
Señala el artículo que en la entrada del barrio hay un cartel que
dice “Bienvenidos Al Cantri” que fonéticamente se refiere a “country”,
pero el chiste no es así porque sí. Dentro del barrio se encuentra una
vasta pileta de natación, un parque con figuras de Jurasic Park y una
réplica del Templo Inca del Tiwanaku.
Estas extravagantes comodidades anidan entre filas de casas simples y
ordenadas. A la distancia se parece a un barrio de clase trabajadora de
Liverpool, excepto que es el noroeste argentino. Lo que parecen ser
chimeneas, a la distancia son tanques de agua con la cara del “Che” Guevara. No es un country de verdad: es un complejo de viviendas sociales que nunca se ha visto.
La Tupac Amaru posee su propio sistema de construcción de viviendas, sus
propias fábricas, escuelas y centros de salud, un título de
autosuficiencia que nos da la conclusión de que la Tupac Amaru
efectivamente es un Estado sin el Estado.
"“Ten cuidado con esa gente ellos son peligrosos” dijo el conductor del
taxi que me llevó, al referirse a los dirigentes de la Tupac Amaru de
Jujuy. Tantos son los rumores que circulan alrededor de este movimiento.
Algunos de los ánimos de contención que provienen de su líder, una
mujer colla diminuta llamada Milagro Sala que su reputación es como la
de un santo (Milagro significa milagro en español) y un pecador.”,
declara el reportero inglés.
La Tupac Amaru creó fábricas de metalúrgica, bloques y adoquines,
haciendo el proceso de construcción mucho más eficiente. Recibe U$
23.000 por casa -un 50% menos que el que reciben las compañías- y
construye las casas cuatro veces más rápido que el sector privado. Una
razón es que ella emplea gente pobre como fuerza de trabajo que deben
hacer una casa que luego será su propia casa y se las asignan a la gente
necesitada.
La construcción de ellos mismos es destacable. El modelo del diseño lo
hizo a mano el Ministro de Viviendas y consiste en 50mts2, es una medida
estándar – tiene una cocina comedor, baño, dos habitaciones y un jardín
pequeño atrás. No están involucrados arquitectos- El colegio de
arquitectos local demandaba grandes honorarios.
En cada casa esta estampada una cara: puede ser el mismo Tupac
Amaru (el líder inca del siglo XVIII que se rebeló a los españoles y de
donde el movimiento tomó el nombre); o Eva Perón, el talismán femenino
argentino; o el “Che” Guevara, el socialista revolucionario (la cara de
Guevara también esta dibujada en las paredes de las fábricas). Esto es
sólo una pequeña parte de la iconografía de la organización – los
dibujos radicalizados en las remeras, el populismo argentino y el
folklore étnico local. La urbanización de los parques de Alto Comedero
es sui generis, lo que Tupac Amaru crea y resguarda en sus fábricas
elimina todos los intermediarios – los proveedores, constructores,
compañías y arquitectos- y lo puede reinvertir en la comunidad como un
gran gesto a la sociedad.
Pero lo que hizo del barrio una realidad única no es la
arquitectura de sus casas sino los servicios lujosos y adaptación
surrealista del lugar.
Para donde se mire, la Cosmología de la “Tupac Amaru” se convierte en una marca conceptual muy didáctica.
Esto se ve en nuevas piletas que es lo primero que me trajo a
Jujuy – la idea siempre fue dar un gran gesto social. Fueron las
noticias de las piletas de natación lo que me trajo a Jujuy. Aún así yo
hubiera esperado algo rectangular y estándar, y no un parque acuático
como el de Alto Comedero, con sus figuras de pingüinos gigantes y
morsas. Ver la alegría de un niño zambulléndose como bomba en el agua
fue suficiente para valorar el concepto entero.
Y no es sólo la pileta: pasé por una cancha de básquetbol, una de
fútbol – y teniendo en cuenta que este es el deporte de la clase media-
una cancha de rugby. Pero esto es muy prosaico comparado con la visión
del Parque Temático Jurásico.
En este patio amplísimo, adornado por dinosaurios, los niños
gritaban a medida que salían en tropel de resbaladeros adosados a mamuts
lanudos. De acuerdo, no son luminosos y mágicos productos industriales,
estas criaturas son hechas a mano por artesanos de la fábrica
metalúrgica, pero el efecto es igualmente sorprendente.
Lo más extraño del Barrio Tupac Amaru es la replica del antiguo templo
de Tiwanaku. Este lugar sagrado inca ha sido construido en base a
bloques de cemento, como un espacio de un set de Hollywood, pero es
suficientemente autentico como para atraer a los indígenas mapuches de
la Patagonia, que vinieron hasta aquí para celebrar el Inti Raymi, el
Festival Incaico del Sol.
Milagro me ha indicado que una de las diferencias entre la Tupac Amaru y
un movimiento marxista es su dimensión espiritual. Ella no es
religiosa, pero ella sabe que el mantener viva las tradiciones collas es
una de las maneras de mantener unida a la comunidad.
Dejando de lado la eficiencia económica del trabajo; aquí y allá
hay una inocencia en todo esto. Alto Comedero personifica una clase de
urbanismo navideño, quizás también una inocencia fantasiosa que no
controla nada; un parque temático, un templo, por qué no?
Es duro subestimar que distinto es el barrio Tupac Amaru a los
asentamientos del resto del pais, donde la gente ha construido sus
propias casas con cual elemento que han podido.
Comúnmente, la única forma como la gente puede conseguir una casa
de la calidad de las del Barrio de la Tupac es a través de un plan de
vivienda estatal. Pero necesitas comprobar que ganas unos 600 dólares
por mes para conseguir ubicarte en una lista de espera que puede durar
hasta ocho años o más.En contraste con la villas miserias de Aegentina,
el Barrio de la Tupac da la sensación de una exclusiva comunidad
enrejada, pero sin rejas.
La vivienda social es comúnmente un propósito de eliminar lo no
esencial de manera que el gasto del estado sea minimizado o que las
ganancias privadas sean maximizadas. Pero, cómo definir “lo esencial”?.
Una pileta de natación es una manera económica de dar a los pobres
el sabor del orgullo cívico, de crear una comunidad que experimente
placer y no sólo sufra el vivir aglomerada. El logro más notorio de la
Tupac Amaru es haber forjado un espacio de territorio independiente del
tablero del juego capitalista.
(*) Periodista de la Revista Domus y del
Diario El Guardián (Inglaterra)