24 de octubre de 2010

TECNÓPOLIS Y LA MAQUINA DE IMPEDIR

LA MAQUINA DE IMPEDIR ¿POR QUÉ?

Desde comienzo del 2010, en todo el país vivimos el Bicentenario, celebrando de manera federal, participativa y plural. Poniendo en valor nuestra historia, nuestra cultura, apostando por la integración regional con los hermanos países latinoamericanos y reivindicando nuestro pensamiento nacional. Acercándonos al final del año resultaba propicio gestar un gran evento de cierre que constituya la mirada con que la generación del bicentenario imagina y construye el futuro.

Pese al trabajo conjunto que se venía llevando adelante desde hace varios meses entre el Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y la Unidad Ejecutora Bicentenario, Mauricio Macri impide caprichosamente la realización de Tecnópolis, en la fecha y lugar planificados, esgrimiendo informaciones falsas, datos erróneos y vagos análisis técnicos. La realización de más de diez reuniones de trabajo con ocho áreas del Gobierno de la Ciudad, el consiguiente involucramiento de trece de sus funcionarios, los estudios de suelo y el inicio de obras realizado por empresas concesionarias enviadas por el propio Gobierno de la Ciudad para retirar las rejas de los parques del predio, confirman que nos encontramos ante una decisión repentina e inexplicable.

Con semejante gesto de improvisación, el Jefe de Gobierno demuestra sólo querer impedir que los argentinos continuemos celebrando juntos nuestro Bicentenario de la Revolución de Mayo.

En lo que va del año, más de 20 fiestas populares fueron llevadas adelante en múltiples ciudades de nuestro país y todas fueron escenario de alegría y emoción, contando en total con la participación de más de 10.000.000 de personas, sin que las cuestiones de tránsito se conviertan en un escollo o siquiera en una noticia relevante. Es claro que los festejos por el bicentenario de un país bien merecen la colaboración de todos, y así viene siendo hasta hoy.

Para la realización de Tecnópolis, el Ingeniero Macri no solo no colabora, dejándonos trabajar, sino que quiere impedir.

Impedir que disfrutemos del evento de ciencia y tecnología más grande de nuestra historia. Un encuentro para que los argentinos, en el año del bicentenario, podamos decir presente mirando al futuro, apostando por un país que crece y construye soberanía desde el conocimiento.

Impedir que múltiples experiencias y shows artísticos nos vuelvan a sorprender, tal como ocurriese con el Desfile del Bicentenario en los festejos de Mayo sobre la Av. 9 de Julio.

Impedir que más de 300.000 estudiantes secundarios de todo el país puedan estar presentes, aprender, interesarse y divertirse en torno al mundo de la ciencia y la tecnología.

Impedir que las distintas áreas de gobierno y el sector privado puedan exhibir orgullosamente aquellos desarrollos y avances que, aplicando ciencia y tecnología argentinas, hacen avanzar al país de modo eficiente y sustentable.

Impedir que el espacio del festejo luzca de un modo único e inolvidable, con un despliegue arquitectónico y estético imponente para demostrar lo que los argentinos somos capaces de hacer cuando trabajamos con compromiso.

Impedir que todos tengamos la posibilidad de participar de experiencias científicas y actividades académicas abiertas y de prestigio: Debates, clases magistrales, homenajes a nuestros premios Nobel y a todos los hombres y mujeres de la ciencia argentina.

Impedir del mismo modo la activa participación de una gran cantidad de científicos de renombre internacional que estaban comprometidos con el proyecto.

Impedir que la Argentina sea anfitriona de los 10 países interesados en compartir sus desarrollos científicos y tecnológicos, convirtiendo a nuestro país en un referente de vanguardia a nivel regional.

Mauricio Macri quiere impedir 10 días de participación y alegría. Y lo hace porque no quiere que el pueblo se vuelque masivamente a las calles para festejar, con aquella alegría bicentenaria que él apostaba no se haría presente en la semana de mayo. Confunde caos con alegría y participación popular, ya nos tiene acostumbrados. Pretende una ciudad condominio para pocos y no una ciudad capital para todos los argentinos.

El conocimiento, la ciencia y la tecnología son el camino para construir una nación pujante e igualitaria. Por eso creemos importante que, en la celebración de nuestros 200 años de historia, un evento como Tecnópolis tenga un lugar preponderante en la agenda de toda nuestra dirigencia, sin mezquindades ni falsos dilemas.

Pese a los impedimentos y el afán de prohibir de Macri, y porque estamos convencidos de que el bicentenario es de todos, desde la Unidad Ejecutora Bicentenario vamos a seguir trabajando como lo venimos haciendo, con compromiso y profesionalismo, para que los argentinos podamos seguir celebrando juntos nuestra historia y continuar construyendo el futuro de un país más independiente y soberano a través del desarrollo del conocimiento, la ciencia, la tecnología y la innovación.

Unidad Ejecutora Bicentenario.

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