10 de octubre de 2013

CUANDO NO SE VE LO QUE SE VE

En estos días, por casualidad, pude ver por tv un informe, creo del Banco Mundial (la duda se debe a que este tipo de información no se difunde en ningún lado, menos en los medios dominantes -lo que conocemos como ocultamiento de información-) posicionando a la Argentina en el primer lugar, comparándose con Chile, Brasil, Uruguay, Bolivia, Perú, Colombia, Ecuador, Venezuela, entre otros países que no recuerdo, en cuanto a los alcances adquisitivos del salario mínimo y en cuanto al crecimiento de la clase media en los últimos años, mediciones tomadas, me parece, que hasta el 2009-2010.

Estos datos muy elocuentes y positivos -reitero que no se difunden o se difunden poco- y que son de organismos internacionales que no simpatizan con las políticas macroeconómicas desarrolladas por nuestro Gobierno Nacional- corroboran y permiten afirmar que se están haciendo las cosas bien y acertadamente en nuestro País.

Entonces, ¿por qué tanta mala onda, tantas operetas para instalar o cultivar la cultura del odio? Si ha crecido tanto la clase media en nuestro país que nos coloca en primer lugar comparativamente con todos los países de Latinoamérica, entre otros, ¿por qué hay mucha gente que no asocia su mejoría socioeconómica con las políticas públicas que se vienen desarrollando en esta década, que son justamente las que han permitido esa mejoría?

No pretendo realizar ningún análisis que intente responder estos interrogantes. No estoy capacitado para ello ni es el sentido de este comentario. Solo pretendo formular humildemente una expresión que aporte alguna reflexión a la comunidad en general, aunque a la clase media en particular. Una reflexión desde el sentido común, aunque pueda interpretarse como alguna proclama electoralista. No importa. Las cosas son como son. La única verdad es la realidad.

Esa realidad, nos marca que los argentinos en general y los rafaelinos en particular, vivimos tiempos mejores de los de hace unos años atrás. Hay muchos indicadores visuales que nos reflejan esta realidad. Basta con recorrer un poco los distintos barrios para darnos cuenta de ello. Esto no quiere decir que no tengamos problemas y necesidades, pero sin dudas hemos avanzado y seguramente engrosado esas estadísticas de las que hablamos al principio.

Y esta realidad, seguro se debe a importantes esfuerzos personales, propios que hemos y estamos realizando. Pero, sin lugar a dudas, también se debe al modelo de país con el que contamos desde hace más de diez años que permite que todos esos esfuerzos personales puedan desarrollarse. Sin esas condiciones socioeconómicas, sin esas políticas públicas no serían posible incrementar e igualar las oportunidades, si no se contara con un escenario facilitador, todos esos esfuerzos propios no tendrían manera de desarrollarse. No nos engañemos, no hay mejora individual o familiar posible sin un escenario social, político, institucional, macroeconómico que lo permita.

Nos demos cuenta o no, los principales beneficiarios de este modelo de país somos los trabajadores. Las estadísticas internacionales mencionadas al comienzo lo avalan. Son muy buenas noticias. Hay una realidad mejor de la que se nos quiere hacer creer, darse cuenta de ello es lo que -aparentemente- le hace falta a muchos que han sido beneficiados y que hoy son representantes de esa clase media que ha crecido, tanto en el país como en Rafaela. 

Darse cuenta de ello es lo que nos hace falta a muchos. Y al darnos cuenta, debemos protagonizar la defensa de este modelo que lo hace posible. Esperemos nos demos cuenta antes de que sea demasiado tarde. Pensalo y tenelo en cuenta antes de definir tu voto el próximo 27 de Octubre.  

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Secretos De La Tierra - Audios de Manuel Lagleyze