23 de abril de 2020

LA CUARENTENA BAJO ATAQUE

Por Jorge Rachid

Es el único remedio conocido hasta ahora, para enfrentar la Pandemia del coronavirus, es el que ha demostrado a nivel internacional que evita las muertes y permite a los sistemas de salud pública, no colapsar. Los demás procedimientos clínicos son paliativos de los síntomas en algunos casos, aumentan las defensas de los organismos en otros y movilizan sistemas inmunológicos de las personas contagiadas. En los casos críticos la oxigenoterapia y la ventilación alivian, aunque hay que recurrir a respiradores en los pacientes de terapia intensiva. Entre los primeros que cursan la enfermedad en un 80% de los contagiados, los que se complican un 15% y un 5% de pacientes de alto riesgo, componen el mapa de la enfermedad.

Sin embargo el único remedio conocido, la Cuarentena y el distanciamiento social, son atacados por sus efectos secundarios, que son los relativos a la economía. Veamos entonces si a una familia, uno de cuyos miembros desarrolla un cáncer primitivo de cualquier sistema, único y sin metástasis y ha sido extirpado, pero debe someterse por seguridad clínica a sesiones de quimioterapia, que tiene efectos secundarios devastadores, pero mejora la expectativa de cura de la enfermedad, esa familia estaría dispuesta a no hacerlo, para evitar la caída del cabello y el malestar psicofísico y social pos tratamiento.

Con la Cuarentena y la Pandemia sucede lo mismo, es verdad que trae efectos económicos drásticos y dolorosos, de los cuales el pueblo en su conjunto se puede recuperar, como lo demostró una y otra vez, con crisis sociales profundas y sin virus de por medio. Entonces el ataque proviene de sectores económicos concentrados, los mismos que dejaron al país de rodillas en lo económico, con un dolor social inmenso y un pueblo herido, que no dudan en defender sus intereses sobre montañas de cadáveres, como sucede hoy en EEUU y Europa.

Son esos sectores que se oponen a que 12.000 argentinos supermillonarios colaboren con un impuesto de emergencia ante la crisis, son los que piden respiradores pero dejaron al país sin Ministerio de Salud y hospitales en estado terminal, son los que dicen que hay que disminuir el gasto y bajar salarios, pero que ahora en forma hipócrita, muchos de ellos, aunque no la mayoría de los argentinos, sale a aplaudir a los trabajadores de la salud. Esa doble moral que plantea ahora que debemos pagar la deuda externa impagable, para honrar al país y son poseedores de bonos argentinos, que a través de los medios hegemónicos de comunicación claman por el respetar la deuda, son los poseedores de la misma a través de Fondos Buitres de Inversión que en el caso del principal Blackrock, posee valores por 16 veces el PBI argentino.

Extorsionan, aprietan en función de sus intereses, les importa poco la vida de millones de compatriotas que han realizado el sacrificio de quedarse sin sustento por semanas, para defender la salud de todos, incluida la de esos personajes, que si no fuese por lo dramático, serían patéticamente clones de los Trump, Johnson y Bolsonaros, quienes han demostrado al mundo que la vida de los seres humanos no entra en sus ecuaciones económicas, a quienes entierran en fosas comunes para no gastar dinero en identificaciones costosas, que los familiares de los inmigrantes muertos en EEUU, no pueden reclamar los cuerpos, porque son deportados si no tienen documentos. Realmente son los responsables de un mundo invivible, por lo brutal e inhumano.

Pero en nuestro país tenemos la fauna local de propiciadores del levantamiento de la Cuarentena a cualquier precio, pese a que el gobierno nacional y popular implementó desde alimentación hasta créditos a tasa 0 para sectores afectados por el distanciamiento social. Sin embargo desde sectores corporativos, colonizados culturalmente, clases medias con trabajo independiente, pequeños comerciantes exigen respuestas diferentes a las que le llegan a los compatriotas que hasta ayer, producto de políticas de exclusión tenían hambre, en el marco de un país arrasado por deudas y crisis social. No dudan en pedir sacar al perro para salir y a los niños a jugar porque no “se soportan”. Los que no los soportan son los mayores que no acostumbran a lidiar con los niños cotidianamente. Esa utilización por sectores etarios, que intenta desbloquear la Cuarentena pone en serio riesgos la efectividad de la misma.

La economía siempre se recupera, la vida no, de los malestares psicológicos también, como ya lo demostró Alejandro el Magno al momento de su muerte que pidió que su cuerpo fuese llevado en camilla desnudo y con los brazos colgados a los costados, por 8 médicos y preguntado porque respondió: que era para que el pueblo comprendiera que los médicos no son los dueños de la vida y la muerte, desnudo porque nos vamos como vinimos al mundo y con los brazos en los costados para que observaran que nadie se lleva nada de este mundo.

Sin embargo la cultura dominante en los últimos 45 años, individualista y meritocrática, se cae en el mundo, por una molécula que ni siquiera es un ser vivo, que es parásito y necesita de una célula para actuar. Un mundo que parecía todopoderoso e invencible de armadas impresionantes, riquezas inmensas, multinacionales potentes, se derrumba por una molécula que diezma poblaciones. En nuestro país, recuperado el gobierno por una concepción humanista y patriótica, nacional y popular, solidaria y con un Estado activo en funciones de recuperar el modelo social y productivo, industrial y soberano, solidario y socialmente justo, ha decidido proteger la vida como el bien más preciado del hombre, lo que ha permitido que seamos el país del mundo con menos muertos por millón de habitantes del planeta, gracias al esfuerzo del conjunto de los argentinos, que sólo un grupo de poder intenta atacar. Son neoliberales, pero además miserables y canallas, que merecen el desprecio del pueblo, ante semejante desprecio por la humanidad.

Secretos De La Tierra - Audios de Manuel Lagleyze