Numerosas voces se han escuchado y se seguirán pronunciando respecto a este tema -desde mi humilde opinión- tan trascendental para el afianzamiento de la democracia.
Es que, según los intereses del opinante, es la manera de pronunciarse. Por supuesto que el arco que concentra hoy una importante cantidad y variedad de medios lo hacen totalmente en contra. Pero lo más curioso es oir a quienes en apariencia estarían de acuerdo pero se excusan o discrepan sobre la oportunidad de su presentación.
En ese sentido, se han pronunciado opiniones que cuestionan ello: "... por qué no enviar este proyecto después de la recomposición del Congreso Nacional, cuando ingresen los legisladores electos en las últimas elecciones", dicen entre otras cosas. De acuerdo a estas opiniones, debería paralizarse la vida institucional del país hasta que los nuevos legisladores asuman. No se entiende muy bien todas estas contradicciones. Sea lo que sea que proponga el Poder Ejecutivo siempre hay algo para cuestionar o manifestarse en su contra.
La vida institucional del país tiene que continuar y claro está, las disposiciones que se adopten deben favorecer al bien común de todos los argentinos, más allá de legítimos reclamos sectoriales que necesiten también ser analizados.
El Congreso, sea cual fuere su composición es el ámbito adecuado para el debate y la posibilidad de modificar cualquier disposición. Solo hay que acatar y respetar los mecanismos reglamentarios establecidos para el normal funcionamiento, máxime cuando justamente lo que se pretende es que se debata y no establecerlo por Decreto que también es una alternativa legal.
Hojalá maduremos como país. Que intentemos todos afianzar los mecanismos que consoliden nuestra democracia para, específicamente, aprender a convivir respetando los discensos tratando siempre de bregar por el bien común.
No tengo dudas que el debate de este proyecto de ley, mejorará notablemente nuestra manera de comunicarnos, de informarnos. Democratizando los servicios audiovisuales afianzamos las bases de nuestra convivencia socio cultural.
